El consumo de fuentes de flavonoides como fresas, arándanos, manzanas, chocolate negro y vino tinto han demostrado en estudios sobre la población estar asociado con un riesgo significativamente menor de ataques al corazón y derrames cerebrales. Por ejemplo, datos del Nurses' Health Study (NHS) II en 93 600 mujeres, mostraron que una ingesta combinada de más de 3 porciones a la semana de arándanos y fresas estaba asociada con un 30 % de menor riesgo de tener un ataque al corazón comparado con quienes consumían los frutos una vez al mes o menos.

Un estudio prueba que incluso comer fresas liofilizadas produce efectos valiosos en la reducción de riesgos de enfermedades cardiacas.

Antecedentes:

Las mayores ventajas de consumir fresas y otras fuentes de flavonoides para proteger contra enfermedades cardiovasculares (CVD, por sus siglas en inglés) se deben en gran medida a sus efectos para mejorar la función de las células que recubren los vasos sanguíneos (células endoteliales). Las células endoteliales tienen un papel principal en la regulación de la estructura y el tono vascular, además de la inflamación vascular y la formación de coágulos. Las lesiones de arteriosclerosis (endurecimiento de las arterias) comienzan primero a formarse debido a daños en las células endoteliales. Los flavonoides, particularmente los de tipo proantocianidina que se encuentran en las fresas y también los encontrados en otros alimentos ricos en flavonoides, han demostrado proteger y mejorar la función de las células endoteliales.

Se revisó un estudio que pretendió evaluar el efecto del consumo de fresas sobre el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Se complementó diariamente a voluntarios sanos con 500 g de fresas (aprox. 2½ vasos) durante 1 mes. El consumo de fresas redujo significativamente los niveles totales de colesterol, el colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL) y de triglicéridos (-8,78 %, -13,72 % y -20,80 %, respectivamente) comparado con el periodo de línea basal. La complementación con fresas también disminuyó significativamente diversos marcadores de estrés oxidativo. Asimismo, se observó un incremento significativo (>40 %) en la capacidad antioxidante total del plasma después del consumo de fresas. Además, el consumo de fresas mejoró también la función de las plaquetas, que es un factor esencial para prevenir la formación de coágulos de sangre que pueden desprenderse y provocar un ataque al corazón, derrame cerebral o embolia pulmonar.

Datos:

Se diseñó un estudio para determinar si las fresas liofilizadas (FDS) mejoran los niveles de lípidos en la sangre (colesterol y triglicéridos) y descienden los biomarcadores de inflamación y la oxidación de lípidos en adultos con obesidad abdominal y elevados lípidos en suero.

Se asignó a los 60 voluntarios que consumieran 1 de las 4 bebidas siguientes durante 12 semanas: 1) FDS en dosis baja (LD-FDS; 25 g/d); 2) Control en dosis baja (LD-C); 3) FDS en dosis alta (HD-FDS; 50 g/d); y 4) control en dosis alta (HD-C). Las bebidas de control se igualaron en cuanto a calorías, fibra total, aspecto y sabor.

Los resultados indicaron una respuesta a las FDS, ya que el grupo de dosis alta experimentó mayores e importantes bajadas en el colesterol LDL y total en suero en comparación al grupo de la dosis más baja.

Ambas dosis de fresas mostraron una disminución similar en un marcador de daños oxidativos celulares (malondialdehído en suero) a las 12 semanas. En general, la intervención de las fresas no afectó a la presión sanguínea, el azúcar en la sangre y las concentraciones de suero del colesterol HDL y los triglicéridos y la proteína C reactiva (un marcador de inflamación).

Comentario:

Encontré extremadamente interesante este estudio. Anteriormente, había revisado un estudio que mostraba que la fibra alimentaria de la ingesta de fruta proporcionaba los mayores efectos en la reducción de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares (CVD). Una mayor ingesta de fibras de fruta reducía la mortalidad por CVD en un 32 %. Este estudio actual sugiere que los beneficios podrían ser una combinación de efectos, incluyendo la reducción del colesterol debido a los componentes de la fibra. 

Obviamente, la fruta fresca es la mejor elección, pero lo esencial que proporciona este estudio es que incluso ingerir una cantidad muy pequeña de fresas liofilizadas produce una reducción clínicamente significativa de CVD.

Referencia:

  1. Basu A, Betts NM, Nguyen A, et al. Freeze-dried strawberries lower serum cholesterol and lipid peroxidation in adults with abdominal adiposity and elevated serum lipids. J Nutr. 2014 Jun;144(6):830-7.