Si ha estado sufriendo fatiga o ha subido de peso de forma inesperada, tal vez tenga la sospecha de que podría sufrir problemas a la tiroides. De hecho, estos son algunos de los diferentes síntomas que podría experimentar cuando se sufre de hipotiroidismo, lo que significa que su tiroides presenta actividad menor a la normal.

Sin embargo, su tiroides podría no ser la causa subyacente de sus síntomas. Se estima que 90 % de las personas comunmente diagnosticadas con hipotiroidismo, realmente sufren de la enfermedad de Hashimoto, también conocida como tiroiditis linfocítica crónica. Se trata de una enfermedad autoinmune. Esto significa que el cuerpo ataca por error a sus propios tejidos.

En el caso de la tiroiditis de Hashimoto, el sistema inmunológico se infiltra y daña la glándula tiroides, una pequeña glándula con forma de mariposa ubicada en la parte frontal del cuello. En específico, las células inmunitarias producen proteínas llamadas anticuerpos que capturan y neutralizan sustancias que se requieren para la producción de la hormona tiroidea. Niveles bajos de esta hormona llevan al desarrollo de una amplia variedad de síntomas.

Señales y síntomas de la enfermedad de Hashimoto

Al inicio, los síntomas podrían ser leves y difíciles de identificar. Sin embargo, con el tiempo se podrían volver cada vez más evidentes. En general, la enfermedad implica una destrucción lenta y progresiva de la glándula tiroides. No obstante, podría haber períodos intermitentes durante los cuales los síntomas podrían variar, debido a que la tiroides podría recuperar sus funciones e incluso presentar hiperactividad temporal.

  • Fatiga y lentitud
  • Aumento de peso inexplcable
  • Rostro hinchado
  • Insomnio
  • Mala memoria
  • Ansiedad y depresión
  • Presión arterial alta
  • Períodos de sudoración, pérdida de peso e irritabilidad
  • Dolor de garganta
  • Aumento del tamaño de la lengua
  • Problemas para tragar
  • Inflamación en la parte frontal del cuello
  • Acné
  • Erupciones cutáneas
  • Dolor de cabeza
  • Hinchazón
  • Estreñimiento
  • Piel pálida y seca
  • Uñas quebradizas
  • Pérdida de cabello
  • Mayor sensibilidad al frío
  • Dolor y rigidez articular
  • Espasmos musculares
  • Rigidez y sensibilidad muscular
  • Aumento del colesterol
  • Infertilidad en las mujeres
  • Sangrado menstrual excesivo o prolongado

¿Qué causa que el sistema inmunológico ataque a la tiroides?

Aunque se desconoce la causa exacta, habrían factores genéticos que podrían tener un papel en el desarrollo de la enfermedad de Hashimoto. También podrían influir una combinación de factores como, por ejemplo, la edad, el género y otros trastornos autoinmunes o endocrinos. Si bien no hay nada que hacer para cambiar sus genes, hay medidas que usted podría tomar para eliminar posibles factores de riesgo de generar una respuesta autoinmune. Esto es clave para controlar de manera adecuada la tiroiditis de Hashimoto.

6 maneras naturales de controlar la enfermedad de Hashimoto

Los medicamentos convencionales para la tiroides podrían mejorar sus niveles de hormona tiroidea y ayudar a aliviar sus síntomas. Sin embargo no se enfocan en el problema real: la disfunción de su sistema inmunológico. Si pudiera determinar los factores responsables de la respuesta autoinmune, entonces podría controlar la enfermedad eliminando los factores que la provocan.

A continuación, hay seis áreas en las que se puede enfocar para reducir la respuesta autoinmune con soluciones naturales:

1. Deficiencias nutricionales

Existen diversos nutrientes esenciales para el funcionamiento normal de la tiroides y del sistema inmune. Cuando se presenta deficiencia de estos, podría haber mayor tendencia a desarrollar trastornos autoinmunes como la enfermedad de Hashimoto.

  • El selenio es necesario para la conversión de T4 (la forma inactiva de la hormona tiroidea) a T3 (la forma activa). Sin selenio suficiente, la hormona tiroidea permanece inactiva y podrían presentarse los síntomas de la enfermedad de Hashimoto. Además, estudios han demostrado que los pacientes de Hashimoto que toman selenio redujeron sus niveles de anticuerpos en la tiroides. 200 mcg es una dosis común de inicio. Sin embargo, hay un margen estrecho entre una dosis eficaz y una dosis tóxica. Por lo tanto, se recomienda la orientación de un médico para encontrar la dosis adecuada a sus necesidades.
  • Zinc: niveles bajos de zinc afectan la producción de T3, debido a que este mineral también influye en la conversión de enzimas de T4 a T3. Además, sin el zinc suficiente, el hipotálamo puede presentar dificultades para medir la hormona tiroidea. Esto podría afectar su capacidad de enviar señales de producción de hormona tiroidea cuando los niveles disminuyan. Se recomienda ingerir no más de 30 mg de zinc al día, a menos que un médico le recomiende una dosis mayor. La insuficiencia de
  • Vitamina Dse asocia a la presencia de anticuerpos en la tiroides. Todos los pacientes con Hashimoto deberían someterse a exámenes anuales de niveles de vitamina D 25 hidroxi. Estudios demuestran que los niveles deberían ser de 60-80 ng/ml para funciones óptimas de la tiroides y del sistema inmunológico. En el caso de los suplementos, la vitamina D3 es una mejor opción que la D2 para mejorar sus niveles de vitamina D. La dosis de inicio generalmente se encuentra entre las 2000 y 5000 UI, con ajustes según sea necesario después de reevaluación de los niveles a los tres meses. El
  • hierro tiene un papel esencial en el proceso de producción de la hormona tiroidea. También es necesario para la conversión de T4 en T3. Para determinar si usted realmente tiene una insuficiencia de hierro y requiere tomar un suplemento, debe realizarse los siguientes exámenes de laboratorio: ferritina, hierro sérico, saturación de transferrina y capacidad total de fijación del hierro. Su médico puede ayudarle a interpretar los resultados y aconsejarle respecto a la dosis necesaria.

Cuando elija un suplemento de hierro, considere que el hierro bis glicinato es una forma de mejor absorción y causa menos estreñimiento que otros comprimidos con este mineral. Si toma medicamentos para la tiroides, debe ingerir un suplemento de hierro después de dos horas de haberlos tomado, ya que el hierro puede interferir en la absorción de su medicamento.

Además, puede aumentar sus niveles de hierro en la dieta con alimentos como carnes rojas, aves, frijoles y vegetales de hojas verde oscuro. No obstante, considere que el hierro de origen vegetal no es de fácil absorción como el de origen animal. Lavitamina C puede ayudar a aumentar la absorción del hierro en este caso.    

2. Reduzca la ingesta de alimentos que causan inflamación

La disminución de inflamación en el cuerpo es uno de los objetivos de un plan de tratamiento para la enfermedad de Hashimoto. Por lo tanto, se recomienda eliminar aquellos alimentos de su dieta que pudieran estar causando inflamación. Los alimentos que causan esta sensibilidad podrían variar de persona a persona. Sin embargo, los siguientes son generalmente los más inflamatorios:

  • Gluten
  • Azúcar
  • Grasas saturadas
  • Endulzantes o conservantes artificiales
  • Determinados componentes de los lácteos (p. ej.: lactosa o proteína beta caseína A1)
  • Aceites de soya, maíz, girasol, algodón, cártamo y mezclas de aceites vegetales

Su médico podría solicitar exámenes de sangre para detectar alergias alimentarias. Usted puede usar esta información para alejarse de aquellos alimentos ante los que presente sensibilidad. No obstante, también podría elegir descubrir por sí mismo sus sensibilidades alimentarias, mediante una dieta de eliminación/provocación (EPD, en inglés).

Para realizar una EPD, se elimina una categoría de alimentos de su dieta durante tres semanas. Luego, vuelva a incorporar este alimento a su dieta por tres días y evalúe su reacción. Identifique síntomas de sensibilidad alimentaria como hinchazón, fatiga, dolor de cabeza, dolor articular, heces blandas, estreñimiento, insomnio o cambios en la piel.

Entre las categorías de alimentos que podría evaluar se encuentran:

  • Gluten
  • Maíz
  • Otros granos libres de gluten
  • Lácteos
  • Soya
  • Huevos
  • Frutos secos
  • Legumbres
  • Mariscos
  • Solanáceas (entre este tipo de vegetales se encuentran pimientos, patatas, tomates y berenjenas).

Un método más rápido de implementar una EPD es eliminar todas estas categorías de alimentos de su dieta por tres semanas. Luego, reintroducir cada categoría, una a la vez, cada 3 días. Si no se presentan síntomas cuando reintroduzca un alimento, puede permanecer en su dieta. Si se presentan síntomas, elimine este alimento nuevamente.

3. Mejorar la salud intestinal

Alrededor del 70-80% de las células del sistema inmune se encuentran en los intestinos. De esta manera, cuando mejora su función intestinal, también optimiza su función inmunológica.

La mayoría de los pacientes con Hashimoto presenta niveles bajos de ácidos estomacales. El intestino no absorbe los nutrientes de manera óptima cuando los niveles de ácido estomacal están bajos. Las bacterias y otros microbios también son capaces de sobrevivir con más facilidad cuando pasan por el estómago en un entorno menos ácido. Esto les permite aferrarse a cualquier lugar en el cuerpo y causar una infección. La

Betaína HCl (hidrocloruro)  es un suplemento que puede ayudar a aumentar el ácido estomacal a niveles óptimos. Se debe tomar con la enzima digestiva pepsina el final de una comida rica en proteínas. Esto ayuda al cuerpo a descomponer proteínas de forma más completa, para que no desencadenen una respuesta inmune.

Existe un desequilibrio de bacterias buenas y malas en el intestino de muchos pacientes con Hashimoto. Generalmente, esto ocurre debido a que la insuficiencia de hormona tiroidea causa una disminución del tránsito intestinal. Al tomar un probiótico de calidad, usted puede restaurar las bacterias buenas a niveles adecuados y mantener a las malas bajo control.

4. Infecciones

Hay dos explicaciones posibles de por qué una infección puede causar que el sistema inmune ataque a la tiroides:

  1. Mimetismo molecular, que implica que bacterias u otros microbios sean muy similares a las células de la tiroides. Entonces, cuando el sistema inmunológico produce anticuerpos para eliminar los microbios infecciosos, los anticuerpos también atacan a las células de la tiroides, que tienen apariencia similar.
  2. Efecto espectador que describe la teoría de que los microbios se infiltran en las células de la tiroides. En el proceso de eliminación de los microbios, el sistema inmune también ataca a las células que los contienen.

Entre las infecciones más comunes relacionadas con la enfermedad de Hashimoto se encuentran las causadas por cándida, micoplasma y el virus de Epstein-Barr. Se recomienda efectuar chequeos de infecciones en cualquier lugar del cuerpo y tratarlas de manera adecuada.

5. Aliviar el estrés adrenal

Cuando está en situaciones de estrés, sus glándulas adrenales liberan cortisol, lo que señala una disminución en la producción de hormona tiroidea. Por lo tanto, todo plan de tratamiento para la enfermedad de Hashimoto debe incluir actividades para el manejo del estrés, como el yoga, la meditación o ejercicios de respiración. Los

adaptógenos son sustancias naturales que también pueden ayudarle a enfrentar el estrés de manera adecuada. Un adaptógeno tiene la capacidad de mejorar el sistema inmunológico y de calmar una respuesta hiperactiva. Por ello, ayuda a su cuerpo a adaptarse al estrés de cualquier forma necesaria, para normalizar las funciones de su cuerpo. Entre los ejemplos de adaptógenos están: reishi, eleutero, Schisandra yashwagandha.

6. Evite toxinas

Hay muchos químicos tóxicos en el ambiente que pueden causarle daño a su cuerpo de diferentes maneras: causar inflamación, afectar sus hormonas y aumentar el riesgo de sufrir una respuesta autoinmune. Es difícil evitarlas todas. Sin embargo, existen algunas medidas que puede tomar para reducir el impacto que podrían tener en su tiroides:

  • Evite los químicos que afectan sus hormonas. El Environmental Working Group (EWG) reunió una lista de químicos que pueden afectar de manera negativa su sistema endocrino. Evite productos que incluyan: plomo, dioxinas, atrazina, ftalatos, percloratos, retardantes de fuego (polibromodifenil éteres), arsénico, mercurio, éteres de glicol, químicos perfluorados (PFC), pesticidas organofosforados, bisfenol A (BPA o sustitutos del BPA como BPF y BPS).
  • Use productos de cuidado personal ecológicos.  Muchos productos para el cuidado facial y corporal contienen químicos dañinos que pueden afectar su sistema endocrino (hormonal). Revise la lista de ingredientes y prefiera productos lo más naturales posibles. Revise la lista de químicos nocivos de EWG.
  • Limpie su aire, en especial si vive en un área industrial.  Considere la instalación de un filtro HEPA (del inglés high-efficiency particulate air) en su hogar y oficina.
  • Evite los plásticos que estén en contacto con sus alimentos o bebidas.  El plástico a menudo contiene BPA o sustitutos del BPA. También preste atención a los productos enlatados. Las latas pueden contener BPA (aunque hay ciertas empresas que especifican su uso de latas sin BPA).
  • Filtre su agua.  Instale un filtro de flúor para agua potable y la ducha.
  • ¡Sude! El sudor es uno de los mejores mecanismos de desintoxicación. El ejercicio físico o incluso un sauna pueden ayudarle a activar el proceso de sudoración. Siempre es recomendable buscar la orientación de un profesional médico antes de cambiar su nivel de actividad física o probar un sauna, en especial si tiene problemas cardíacos.

Aunque hay personas que podrían no ser capaces de dejar completamente su medicamento para la tiroides, de todas formas hay varias maneras naturales de manejar la enfermedad de Hashimoto que podrían ayudarle a sentirse mejor e incluso a disminuir la dosis de su medicamento. Cuando sea posible, consulte a un médico especialista tanto en tratamientos naturales como en medicina convencional para los trastornos de la tiroides. Siempre consulte a un médico antes de cambiar la dosis de su medicamento o comenzar a utilizar algún suplemento.