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Por Dr. Eric Madrid, doctor en medicina
La resistencia a la insulina (IR) es una afección muy común, pero raramente diagnosticada, que padecen cientos de millones de personas en todo el mundo. Si bien puede haber predisposiciones genéticas a esta enfermedad, como antecedentes familiares de diabetes de tipo 2, su causa principal es un estilo de vida sedentario combinado con una dieta rica en azúcares. Existen síntomas que suelen asociarse a la resistencia a la insulina y, en algunos casos, contribuyen a la verdadera causa.
Algunas veces, las células del hígado, la grasa y los músculos son resistentes a la hormona de la insulina segregada por el páncreas. Cuando esto ocurre, el organismo no es capaz de regular las cantidades de azúcar que entran en el torrente sanguíneo para producir energía y las que se deben almacenar para satisfacer las necesidades futuras. A partir de ese momento, el páncreas comienza a producir más insulina, y el azúcar en la sangre sigue aumentando.
Los cambios en el estilo de vida que permiten prevenir, revertir y controlar la resistencia a la insulina incluyen:
La metformina se utiliza frecuentemente para la prediabetes y la diabetes. Este medicamento ayuda a hacer más eficiente la insulina producida en el cuerpo. Dado a que la mayoría de las mujeres con síndrome de ovarios poliquísticos presentan resistencia a la insulina, esta medicación puede ayudar a restaurar el ciclo de menstruación de la mujer a la normalidad.
La berberina es extraída del arbusto agracejo (berberis vulgaris), que contiene plantas perennes y estacionales. Presente en toda Europa, el norte de África, Oriente Medio y Asia, el agracejo produce bayas ricas en vitamina C, que brindan toda una serie de beneficios para la salud.
La berberina, el ingrediente activo del arbusto, es consumida como un alimento y suplemento herbal. Según estudios científicos, ha demostrado tener varios beneficios para la salud. Se usa habitualmente en la medicina tradicional china (MTC) y en la medicina ayurvédica.
La berberina podría contribuir a reducir la resistencia a la insulina y a disminuir el nivel de azúcar en la sangre. Además, tiene propiedades antioxidantes, lo que puede ayudar a disminuir la inflamación y puede ser provechoso en la prevención y el tratamiento de quienes padecen enfermedades cardiovasculares. Un estudio que se realizó en 2017 indicó que la berberina puede ejercer parte de sus efectos al influir positivamente en el microbioma intestinal.
Un estudio publicado en 2015 en el Journal of Ethnopharmacology demostró que la berberina puede ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre y de colesterol total. Además, parece favorecer el aumento del colesterol HDL, conocido como el colesterol "bueno", que se asocia a la protección contra los infartos.
Otro estudio realizado en 2012 demostró que la berberina podría ser útil para mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que en última instancia ayuda a reducir tanto los niveles de insulina como de glucosa en la sangre.
Un estudio del año 2010 publicado en Biochemical Pharmacology mostró que la berberina activó al GLP-1, que promueve la secreción de insulina y en definitiva ayuda a controlar el nivel de glucosa en la sangre.
Los científicos demostraron que la berberina puede tener también efectos beneficiosos en el microbioma intestinal al promover el crecimiento de bacterias intestinales sanas.
El cromo es un importante elemento necesario para varias reacciones enzimáticas, incluyendo a una importante enzima llamada factor de tolerancia a la glucosa o GTF, por sus siglas en inglés. Esta enzima ayuda a optimizar la función de la insulina y el control de la glucosa.
En un metaanálisis del año 2017 publicado en la revsita Journal of Trace Elements in Medicine and Biology se llegó a la conclusión de que el uso de suplementos con picolinato de cromo tuvo efectos beneficiosos en la reducción del índice de masa corporal (BMI), en los niveles de insulina en ayunas y en el total de los niveles de testosterona en mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP).
Asimismo, un ensayo de tipo doble ciego y controlado por placebo del año 2015 publicado en Annals of Nutrition and Metabolism mostró que el uso de suplementos con cromo reducían los niveles de insulina en las mujeres con síndrome del ovario poliquístico. Aquellos que tomaron el cromo vieron mejoras en su perfil de colesterol. Un estudio del año 2016 también mostró que el picolinato de cromo podía reducir la resistencia a la insulina en las pacientes a la vez que ayudaba con el control de sus ciclos menstruales.
Un estudio de 2018 demostró que el cromo podría reducir la resistencia a la inspiración en mujeres con diabetes y síndrome de ovario poliquístico. Este importante oligoelemento debería ser tomado en cuenta por toda persona que trate de mejorar su perfil metabólico.
NAC es una sustancia nutritiva importante porque ayuda al cuerpo a eliminar las sustancias tóxicas, sobre todo las que se encuentran en el hígado. Los médicos se la administran a los pacientes hospitalizados en respuesta a la sobredosis de acetaminofén/paracetamol (Tylenol). Sin embargo, en forma de complemento por vía oral, también puede contribuir a eliminar las toxinas del entorno cotidiano.
Un metaanálisis del 2015 publicado en Obstetrics and Gynecology International mostró que las mujeres con resistencia a la insulina y SOP a quienes se les administró NAC tuvieron mayor probabilidad de ovular, quedar embarazadas y dar a luz a un bebé en comparación con las mujeres a las que se les administró un placebo. No se observaron efectos negativos en las mujeres que tomaron la NAC.
Un estudio separado del año 2015 en mujeres con SOP, comparó la NAC tomada a una dosis de 600 mg tres veces por día con el fármaco recetado metformina a una dosis de 500 mg tres veces por día. Los investigadores concluyeron que la NAC podía reducir el azúcar en la sangre en ayunas y el colesterol de una manera más efectiva que el fármaco metformina.
Por último, un estudio del año 2020 en el que se usó un modelo animal también mostró el uso de suplementos de NAC podía ayudar a reducir la resistencia a la insulina.
La L-carnitina es un importante aminoácido que se encuentra en grandes concentraciones tanto en los músculos como en el cerebro. Además de desempeñar un importante papel en la producción de energía y metabolismo, esta también podría tener un efecto positivo sobre la regulación de la insulina.
En el año 2015 se realizó un estudio aleatorizado de tipo doble ciego y controlado por placebo en 60 mujeres con SOP y resistencia a la insulina. A todas se les consideró con sobrepeso. A la mitad de las mujeres se les administró 250 mg de L-carnitina, mientras a que otro grupo de 30 mujeres se le administró una píldora de placebo. Se hizo un seguimiento de 12 semanas a ambos grupos y, al final del período, aquellas que tomaron la L-carnitina vieron una reducción en el peso y en la circunferencia de la cadera, y tuvieron un menor nivel de azúcar en la sangre, lo que quiere decir que su resistencia a la insulina mejoró.
Un estudio del año 2014 publicado en la revista European Journal of Obstetrics and Gynecology and Reproductive Biology demostró que las mujeres con SOP que fueron resistentes al clomifeno (lo que quiere decir que este fármaco recetado no podía ayudarles a quedar embarazadas) tuvieron más probabilidades de quedar embarazadas cuando se agregó una dosis de 3000 mg de L-carnitina a su régimen de fármacos diarios. Este es un excelente ejemplo del uso combinado de un suplemento nutricional con fármacos recetados para lograr alcanzar la meta de salud de reducir la resistencia a la insulina. Si bien este estudio fue realizado específicamente en mujeres, es probable que también se beneficien los hombres con resistencia a la insulina.
Un estudio del año 2017 tuvo hallazgos similares, concluyendo que la L-carnitina podía ayudar a reducir la resistencia a la insulina en los sujetos de prueba mediante el uso de suplementos. Un estudio del año 2019 también descubrió beneficios similares.
La CoQ10 es un suplemento popular que desempeña un importante papel en el metabolismo de energía. Por lo general es tomada por aquellas personas a quienes se les receta medicamentos para reducir el colesterol, pero los estudios muestran que también podría ser útil para los que presenten resistencia a la insulina prediabetes y diabetes.
Un estudio de tipo doble ciego y controlado por placebo y publicado en el 2017 en Clinical Endocrinology evaluó el uso de 100 mg de coenzima Q10 versus el placebo en mujeres con resistencia a la insulina. Todos los participantes se sometieron a un análisis de sangre, tomaron el suplemento o el placebo durante 12 semanas y después volvieron a someterse a un análisis de sangre. Estos resultados mostraron que quienes tomaron la coenzima Q10 presentaron una reducción de los niveles de azúcar e insulina en la sangre, ambos normalmente elevados en quienes padecen resistencia a la insulina y SOP.
Un estudio de tipo doble ciego y controlado por placebo del año 2018 realizado en Corea también descubrió beneficios. En el estudio, 80 pacientes con prediabetes fueron separados en dos grupos. La mitad tomó un placebo, mientras que a la otra mitad se le administró coenzima Q10. Aquellas personas a las que se les administró el suplemento notaron una reducción de su resistencia a la insulina, lo que llevó a los investigadores a concluir que la coenzima Q10 puede ralentizar la progresión hacia la diabetes.
Los ácidos grasos esenciales omega 3 están compuestos principalmente de ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenóico (DHA). Estos nutrientes importantes pueden hallarse en una gran variedad de fuentes alimenticias, incluyendo pescado (la caballa, el bacalao y el salmón están entre los más ricos), nueces de Castilla, semillas de chía, semillas de linaza, semillas de cáñamo aguacate y natto.
Un estudio del 2009 mostró que las mujeres con SOP y resistencia a la insulina que presentaban hígado graso podían reducir la cantidad cuando consumían ácidos grasos omega 3. Los investigadores también observaron una mejora en la presión arterial y los triglicéridos.
Un estudio del 2011 también mostró que un aumento en la ingesta de ácidos grasos omega 3 podía ayudar a reducir la testosterona biodisponible en mujeres con SOP y resistencia a la insulina. Un estudio del 2018 también mostró que las semillas de linaza podían ayudar reducir los niveles de insulina en mujeres con SOP, además de reducir la resistencia a la insulina.
El selenio es un oligoelemento, lo que quiere decir que es necesario en pequeñas cantidades para los humanos. Este debe ser consumido a través de la dieta o tomando vitaminas y minerales. Es un potente antioxidante que no solo es importante para la salud del cerebro, sino que también para la salud de la tiroides, ayudando a fomentar un sistema inmunitario optimizado. En lo que respecta a la dieta, las nueces de Brasil son una de las mejores fuentes disponibles de selenio.
De acuerdo con un estudio del 2013 realizado en mujeres de Turquía, aquellas con SOP y resistencia a la insulina presentaron menores niveles de selenio en su sangre cuando se les comparó con mujeres sin esa afección. Se cree que la deficiencia de este mineral desempeña un papel en el causa del SOP y en la regulación en los niveles de las hormonas y la insulina.
Un estudio aleatorizado, de tipo doble ciego y controlado por placebo del año 2014 mostró que el selenio podía ser útil para las mujeres con SOP. En concreto, el selenio podría ayudar a reducir los niveles de insulina y ayudar a mejorar los perfiles de colesterol, como la reducción de triglicéridos y el colesterol LDL (malo).
Un estudio aleatorizado y controlado por placebo del año 2018 evaluó el uso de suplementos de selenio en personas con insuficiencia cardíaca congestiva y resistencia a la insulina. Los investigadores llegaron a la conclusión de que el uso de suplementos de selenio por 12 semanas tenía efectos beneficioso en el metabolismo de la insulina.
De acuerdo con los estudios, no se recomienda tomar una dosis superior a 200 mcg por día.
Referencias:
