Por Monica Reinagel, Nutricionista Certificada por el Consejo Correspondiente

Pescatariano no es un signo del zodiaco recién descubierto, aunque tiene algo en común con el signo de Piscis. Ambas palabras provienen de la palabra latina que significa peces. Si eres un Piscis, significa que naciste bajo una constelación que los antiguos babilonios creían que se asemejaba a dos peces.

Si usted es pescatariano, entonces come pescado y otros mariscos, pero no carne de aves de corral, de res, de cerdo o de otros animales. Además, es posible que los pescatarianos incluyan huevos y productos lácteos en su dieta. Los alimentos de origen vegetal, tales como frutas, verduras, granos, nueces, semillas y legumbres (y, por supuesto, el chocolate) completan la dieta pescatariana.

Beneficios para la salud de comer pescado

Debido a que incluye un poco de carne animal, la dieta pescatariana no es una dieta vegetariana. No obstante, goza de una reputación similar de buena salud. Las personas que comen más pescado tienen un menor riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedad de Alzheimer y depresión. No es sorprendente que las agencias de salud pública, incluida la Organización Mundial de la Salud, recomienden incluir el pescado en su dieta al menos dos veces a la semana.

Aunque las dietas con base en plantas tienen muchas ventajas para la salud, las fuentes de proteínas vegetales no son tan altas en aminoácidos esenciales como las de los animales. En particular, las proteínas animales tienen la ventaja cuando se trata de construir y mantener la masa muscular magra. Una dieta centrada en las plantas que incluya pescado puede ofrecer lo mejor de ambos mundos: proteínas de alta calidad sin los riesgos para la salud que acompañan a las dietas con mayor contenido cárnico.

A diferencia de las carnes rojas y los productos lácteos ricos en grasa, el pescado tiende a tener un bajo contenido de grasas saturadas. Al mismo tiempo, puede ser una excelente fuente de ácidos grasos omega 3, que son relativamente escasos en la carne de res, cerdo y aves. Una dieta que contenga menos grasas saturadas y más omega 3 ayuda a reducir la inflamación, y se ha demostrado que beneficia el corazón, el cerebro, las articulaciones, la función inmunológica e incluso el estado de ánimo.

Una de esas grasas omega 3 (DHA), es particularmente importante para el desarrollo saludable del cerebro, la retina y la función neurológica de los bebés. Las madres que se encuentran embarazadas o en período de lactancia y que comen más pescado tienden a tener bebés más sanos. Los mariscos también son una de las principales fuentes dietéticas de vitamina D, que ayuda a mantener los huesos y los dientes fuertes. Además, los mariscos, especialmente los moluscos, tienden a ser una fuente particularmente buena de zinc, yodo y selenio (un antioxidante importante).

Mercurio y otros contaminantes en el pescado

Paralelamente a las ventajas nutricionales únicas de los mariscos, también existen un par de preocupaciones únicas. Ciertos tipos de peces, en particular la caballa real, el marlín, el reloj anaranjado, el tiburón, el pez espada, el pez azulejo, el atún ahi y el patudo, pueden contener niveles elevados de mercurio y/o PCB, que se acumulan en estos peces más grandes con el tiempo.

Limite su consumo de estos pescados a una o dos veces al mes (o evítelos por completo si está embarazada o planea quedar embarazada). Pero no permita que las preocupaciones sobre el mercurio u otros contaminantes le impidan disfrutar de los beneficios para la salud de una dieta pescatariana. Evitar los tipos de pescado más conflictivos minimizará el peligro, y los estudios demuestran que los beneficios de comer pescado superan con creces los riesgos potenciales.

Por último, muchos de nosotros también queremos tener en cuenta el impacto ambiental de nuestras elecciones alimentarias. Aunque una dieta vegana (que no contiene productos de origen animal) tiene la huella de carbono más baja, una dieta pescatariana es virtualmente equivalente a una dieta vegetariana en términos de sus emisiones de gases de efecto invernadero.

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